El Covid 19: entre Pensionados y Jubilados

Recientemente veía un programa de la Televisión Española, sobre un reportaje de un grupo de ciclistas que se creó en La Coruña, y los cuales  tres veces por semana hacen un recorrido matutino de hasta 20 kilómetros. Lo curioso era la edad de estos ciclistas, en  un rango entre 65 y 80 años. El grupo justificaba sus andanzas ciclísticas para mantenerse en forma y posteriormente dedicar su tiempo a algunos oficios  o trabajos.



En otro reportaje un señor con 106 años de edad, en pleno uso de sus facultades afirmaba ir todos los días  a su empresa “a darle una vuelta”, ya que a pesar de su edad no quería dejar de mantenerse activo, aunque la empresa está en manos de sus hijos y  no estaba demás estar pendiente, sobre todo de sus trabajadores con los cuales desarrolló un arduo trabajo durante muchos años creando una relación de confianza y amistad. 

Otro caso es un video en  YouTube, donde otro señor de 70 años le da una lección de ejercicios con pesas a un grupo de jóvenes dentro del gimnasio, quienes se asombraron de su agilidad muscular  a esa edad. Los ejemplos pueden  multiplicarse en todos los campos de la vida social para esas personas  llamadas  adultos mayores.


La humanidad está cambiando, en cuanto a  la edad media de vida de hombres y mujeres. Se ha alargado el promedio de vida y ello ha sido el resultado indudable de la mejoría global de las condiciones de vida en muchos países. 


Con esto de la pandemia y de la muerte de cantidad de ancianos en manos del Covid-19, se ha puesto sobre la palestra pública el problema de las pensiones y  jubilaciones. Muchos han apostado a que el virus limpiara la carga que tienen los  gobiernos, con la imposición financiera de este sector de la población. Otros no saben como tapar el fracaso de los modelos privados de administración de dichas pensiones y también piden que el Coronavirus siga haciendo su trabajo de exterminio. Definitivamente los seres humanos no nos cansamos de generar formas tecnológicas y discursos para la maldad. Pedir que el  Covid-19 haga su trabajo con los ancianos pensionados o jubilados, no es sino otra forma del desprecio humano por la vida.


David Chávez O.

Agosto/2020


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